Reducción de la inflamación sistémica durante el periodo seco del ganado lechero

La activación del sistema inmunitario de las vacas lecheras provoca un aumento de la utilización de glucosa por parte del sistema inmunitario⁸¹, lo que reduce la ingesta de materia seca. Esto, a su vez, provoca una mala transición a la lactación, lo que se traduce en problemas de salud, un bajo rendimiento en la lactación y una mala reproducción del rebaño lechero.

Se sabe que la glándula mamaria provoca la activación del sistema inmunitario, sobre todo cuando se produce mastitis clínica después del parto, pero también durante el periodo seco. El estrés oxidativo durante el periodo seco de las vacas lecheras puede desencadenar daños hepáticos. Los efectos de la activación del sistema inmunitario durante el periodo seco de las vacas lecheras pueden seguir presentes al inicio de la siguiente lactación⁸³. El riesgo de infecciones de ubre es alto tanto al principio como al final del periodo seco⁸⁷ (Figura 1). Los cambios hormonales y el estrés alrededor del parto pueden tener un impacto negativo en el sistema inmunitario de las vacas lecheras88,89,90. Se ha demostrado que la mayoría de los casos clínicos de mastitis al principio de la lactación están causados por infecciones durante el periodo seco⁹¹.

Secar correctamente el ganado lechero resolverá las infecciones existentes en la ubre y evitará nuevas infecciones y mastitis al principio de la lactación siguiente. También reducirá el riesgo de activación del sistema inmunitario de las vacas lecheras.

Si la producción de leche de las vacas lecheras cae por debajo de 15 kg, la reabsorción de leche tras el cese del ordeño tarda menos de una semana. El resultado es que los orificios de los pezones se sellan antes⁹³ (Figura 2) y se reduce la cantidad de leche que se escapa^94,95,97 (Figura 3). Por cada 5 kg menos de producción de leche en el momento del secado, el riesgo de infecciones de la ubre de las vacas lecheras se reduce en un 77%⁹².

• Con vacas lecheras que se sabe que tienen una buena persistencia de la lactación, los productores pueden elegir un periodo de espera voluntario más largo antes de iniciar la inseminación, con el objetivo de un intervalo entre partos de 415 días²⁰.
• Si es posible, el ganado lechero debe ser alimentado con una dieta de vaca seca durante los últimos 7-10 días de lactación. Esto no siempre es posible o genera trabajo adicional. Para reducir el impacto en la mano de obra, los ganaderos pueden optar por seleccionar las vacas que se secarán cada 3 semanas. Esto aumentará la duración del periodo seco para algunos animales, pero reduce la cantidad de estrés como resultado del reagrupamiento. La recompensa por el trabajo extra y el periodo seco ligeramente más largo es una reducción significativa del riesgo de mastitis clínica durante la siguiente lactación.
• Una alternativa a las estrategias nutricionales para reducir la producción de leche antes del secado es reducir la frecuencia de ordeño ^98,99,100.

Un equipo de ordeño que funcione correctamente y una formación adecuada de los ordeñadores deberían garantizar que las puntuaciones de los pezones en el momento del secado sean de 1 ó 2 en una escala de 4. El siguiente paso es garantizar que los sellos de los pezones y los antibióticos para vacas secas se apliquen correctamente.

La terapia de vaca seca con antibióticos tiene como objetivo curar las infecciones de ubre existentes y reducir el riesgo de nuevas infecciones. Con el tratamiento selectivo de las vacas secas, esto puede lograrse reduciendo al mismo tiempo el uso de antimicrobianos. La terapia selectiva de vaca seca en vacas lecheras se recomienda cuando:

• El recuento de células somáticas del tanque está por debajo de 250.000 células/ml

• La explotación utiliza sellado de pezones

• Los patógenos contagiosos de la mastitis están bajo control con una baja incidencia de mastitis causada por Staphylococcus aureus o Streptococcus agalactiae.

  En caso de terapia selectiva de vaca seca, todas las vacas lecheras deben ser analizadas regularmente y aquellas con un recuento de células somáticas de 200.000 células/ml o superior deben ser secadas con antibióticos.

Durante el periodo seco, la higiene es crucial, ya que después del secado y antes del parto, las puntas de los pezones están abiertas. Garantizar un clima óptimo en el establo, incluyendo la comodidad de las vacas, espacio suficiente y camas limpias para cada vaca.

El nivel de higiene puede evaluarse puntuando las ubres, los muslos, las patas y las pezuñas de las vacas, tal como se muestra en la figura 4. Las puntuaciones pueden variar de 1 a 4, según el tipo de vaca. Las puntuaciones pueden ir de 1 a 4, siendo la puntuación 1 muy limpia, la puntuación 2 limpia, la puntuación 3 sucia y la puntuación 4 muy sucia. La higiene durante el periodo de vaca seca se considera suficiente si menos del 10% de las ubres tienen una puntuación de 3 ó 4, con menos del 15% de los muslos una puntuación de 3 ó 4 y menos del 20% de las patas y pezuñas una puntuación de 3 ó 4.

La puntuación de la condición corporal de una vaca lechera en el momento del secado debe estar entre 3 y 3,5. La restricción de alimento durante los últimos días de lactación reducirá la producción de leche, pero las vacas siempre deben recibir suficiente alimento para mantener su puntuación de condición corporal. Por lo tanto, cada vaca seca debe tener un lugar en el comedero, e idealmente al menos 85 cm de espacio en lugar de los 75 cm recomendados para las vacas lactantes. Una restricción alimentaria severa no es deseable desde el punto de vista del bienestar animal, pero también provocará la supresión del sistema inmunitario en un momento en el que el riesgo de infecciones de ubre aumenta significativamente.

El máximo confort y espacio también puede reducir el riesgo de edema de ubre. Los altos niveles de Na+ y K+ en la ración de las vacas secas pueden causar retención de fluidos, lo que aumentará el riesgo de edema de ubre, aunque esto puede ser parcialmente mitigado por el ejercicio. Una mayor ingesta de estos iones también aumentará el riesgo de hipocalcemia. Los forrajes basados en pastos pueden ser particularmente ricos en Na+ y K+.

Para reducir el impacto de la inflamación sistémica, se deben considerar suplementos alimenticios que reduzcan la activación del sistema inmunitario¹⁰¹.