El balance energético negativo no es una enfermedad
Todos estamos familiarizados con el término "balance energético negativo". A menudo se percibe de forma negativa, e incluso a veces se habla de él como si fuera una "enfermedad". Lo más probable es que estas connotaciones se deban a las numerosas asociaciones encontradas entre el balance energético negativo y el riesgo de enfermedades durante el periodo periparto. También se asume con frecuencia que el balance energético negativo es consecuencia de un déficit de suministro energético en relación con el rendimiento energético de la leche. Sin embargo, la mayoría, si no todas, las tentativas nutricionales encaminadas a abolir el balance energético negativo han fracasado.