Al revisar regularmente las temperaturas del ensilado para ganado lechero, es posible identificar problemas potenciales antes de que se conviertan en inconvenientes mayores y asegurar que el ensilado esté siendo almacenado y conservado adecuadamente. Se recomienda el uso de termómetros tipo sonda especializados para ensilado, con longitudes variables (largos: 50-80 cm y cortos: 10-15 cm), o una combinación de una sonda larga con una cámara termográfica.
Medición de la temperatura en un silo de ensilado para ganado lechero
Para medir la temperatura en un silo de ensilado para ganado lechero, se deben insertar las sondas termométricas en diferentes ubicaciones dentro del silo (ver Figura 1).
Figura 1. Puntos de muestreo en los que se debe medir la temperatura de un ensilado para vacas lecheras.
En cada punto de muestreo, se debe insertar la sonda corta y la larga en el frente del ensilado a una distancia de 5-7 cm entre ellas. Para obtener resultados precisos y evitar falsos negativos, los puntos de muestreo deben tomarse una vez que el frente del ensilado haya estado expuesto al ambiente durante al menos 12-24 horas después del corte. Si las muestras se toman de un silo que ha estado expuesto por más de 48 horas antes del muestreo, puede haber riesgo de falsos positivos debido a la exposición prolongada y a la fermentación secundaria en el frente del silo.
Generalmente, la temperatura medida con la sonda corta es menor que la registrada por la sonda larga, reflejando el calor residual que se disipa más lentamente en profundidad. Las excepciones incluyen ensilados cosechados en clima frío pero expuestos a temperaturas cálidas durante el suministro.
En lugar de una sonda corta, puede utilizarse una cámara termográfica para registrar la temperatura de la cara del silo de ensilado lechero, en combinación con la sonda larga. La cámara termográfica proporciona un mapa térmico de la escena capturada, permitiendo una visualización instantánea de la distribución de temperatura y una rápida identificación de puntos calientes en la cara del silo. Esta combinación mejora la precisión al detectar variaciones de temperatura en la superficie, mientras que la sonda larga mide temperaturas internas para una evaluación más completa del silo de ensilado.
Monitoreo del pH en un silo de ensilado para ganado lechero
Además, el control del pH del ensilado puede ser un método eficaz para evaluar su calidad y estabilidad. El pH es un indicador clave de la calidad de la fermentación que ha tenido lugar en el ensilado para ganado lechero, así como de su estabilidad aeróbica y actividad microbiana dentro del silo. Un control adecuado del pH es esencial, ya que las fluctuaciones pueden provocar deterioro del alimento, reducción de la digestibilidad y riesgos para la salud del ganado.
Ciertos microorganismos son estrictamente anaerobios; sin embargo, durante la fase de deterioro aeróbico, se ha demostrado que su número puede aumentar. Esto se explica por la acción de microorganismos aeróbicos que utilizan el ácido láctico y generan productos finales menos ácidos, lo cual puede resultar en un aumento del pH del ensilado. Las variaciones del pH y los niveles de oxígeno en diferentes zonas del silo pueden favorecer el crecimiento de clostridios.
Para asegurar la consistencia, deben utilizarse los mismos puntos de muestreo y seguirse las mismas pautas que para la medición de temperatura, teniendo en cuenta el tiempo transcurrido desde que el frente del silo fue expuesto al ambiente.
Métodos para medir el pH en un silo de ensilado para ganado lechero
Existen dos métodos para medir el pH del ensilado:
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Inserción directa de sonda
Este método requiere una sonda de pH específica para materiales semisólidos, capaz de leer el pH en muestras con al menos 30-40 % de humedad. Es un método sencillo y ofrece resultados rápidos sin necesidad de preparación adicional, aunque el medidor de pH puede ser costoso.
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Método de preparación de muestra
Este método utiliza un medidor de pH digital estándar, una balanza y agua destilada. Se prepara la muestra mezclando 10 g de ensilado o TMR con 90 ml de agua destilada en un recipiente. Se introduce la sonda del medidor en la mezcla para obtener la lectura. Es una opción más accesible y económica, aunque requiere más tiempo de preparación.
Guías de interpretación para evaluar la calidad de un silo de ensilado para ganado lechero
Temperatura y pH de un silo estable
- La sonda larga registra temperaturas más altas que la sonda corta o la cámara termográfica, lo que indica ausencia de deterioro aeróbico significativo del alimento.
- Un ensilado fermentado adecuadamente debe tener un pH de:
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3.8 – 4.2 para ensilado de maíz
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4.3 – 5.2 para ensilado de pasto con 30 – 50 % de MS
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4.8 – 5.5 para ensilado de pasto con >50 % de MS
Temperatura y pH de un silo inestable
- En caso de deterioro aeróbico moderado, la sonda larga registra 3-5 °C menos que la sonda corta o la cámara termográfica.
- En caso de deterioro aeróbico significativo, la sonda larga registra más de 5 °C menos que la sonda corta o la cámara termográfica.
- Un pH superior a 4.2 indica mala calidad en ensilado de maíz.
- Un pH superior a 5.5 en ensilado de pasto con 30-50 % de MS indica mala calidad. Para pastos con mayor MS, depende del nivel de materia seca.
Independientemente de la causa del exceso de calor en el ensilado, una vez que se ha detectado el problema, probablemente sea demasiado tarde para corregirlo en ese momento. La prioridad debe ser manejar la situación mediante una buena gestión de la TMR y la prevención del deterioro durante la alimentación, y luego planificar acciones preventivas para evitar el calentamiento excesivo del ensilado en la siguiente temporada.