Mejora de la digestibilidad de la fibra en el ganado lechero

El aumento de la eficiencia alimentícia significa que se produce más leche con la misma cantidad de alimento. Esto reducirá la huella ambiental de la granja lechera porque disminuirá la cantidad de gases de efecto invernadero por litro de leche producido. Además de reducir la huella ambiental, la mejora de la eficiencia alimentícia de las vacas lecheras también aumentará los ingresos sobre los costes de alimentación, haciendo que la ganadería lechera sea más rentable. Mientras que en los sistemas de producción de cerdos, pollos e ganado de carne, la eficiencia alimentaria és el indicador de rendimiento más utilizado, los productores de leche usán tradicionalmente la producción y la calidad de leche producida para medir su rendimiento y productividad.

En consecuencia, las posibles mejoras en la eficiencia alimentaria suelen pasar desapercibidas. En consecuencia, las posibles mejoras en la eficiencia alimenticia generalmente pasan desapercibidas.

La eficiencia alimentícia en las vacas lecheras puede definirse como la cantidad de leche por unidad de materia seca consumida. Se puede calcular de varias maneras. Una forma comúnmente utilizada para calcular la eficiencia alimentícia de vacas lecheras es dividir el kg de leche corregida en energía (ECM) por el kg de ingesta de materia seca (DMI). En este caso, la cantidad de leche se corrige al 3,5% de grasa y al 3,2% de proteína de leche mediante la siguiente fórmula ECM = (0,327 X kg de leche) + (12,95 X kg de grasa) + (7,65 X kg de proteína).

La eficiencia alimentaria de las vacas lecheras en lactación puede variar de <1,3 a >2,0. Como resultado, los ingresos sobre los costes de alimentación y la huella medioambiental de la ganadería lechera pueden variar enormemente entre explotaciones lecheras. Hay varios factores que influyen en la eficiencia alimentaria de las vacas lecheras, como:

• Digestibilidad del pienso
• Producción de leche
• Ingesta de pienso
• Días en leche
• Calidad del forraje
• Cantidad de forraje
• Edad de las vacas
• Nivel proteico de la ración
• Recuento de células somáticas
• Variación del peso corporal
• Porcentaje de grasa de la leche
• Acidosis ruminal
• El estrés ambiental
• La cantidad de ejercicio y pastoreo
• El embarazo
• El uso de ciertos aditivos alimentarios

De todos estos factores, la digestibilidad del pienso es uno de los más importantes. En los rumiantes, el buen funcionamiento del rumen es clave para garantizar la máxima digestibilidad del alimento. La gestión de los oligoelementos puede tener un grave impacto en el funcionamiento del rumen y, por tanto, en la digestibilidad de la dieta de las vacas lecheras.

Los oligoelementos sulfatados se utilizan habitualmente en los pediluvios porque liberan con facilidad sus iones de oligoelementos, conocidos por ser antimicrobianos. Esto es muy deseable cuando se utilizan para tratar infecciones relacionadas con las pezuñas. Dentro del rumen, este efecto antimicrobiano de los sulfatos es altamente indeseable. Por desgracia, las sales de sulfato que se utilizan habitualmente en los piensos lácteos son muy solubles en el rumen, lo que da lugar a elevadas concentraciones máximas de iones metálicos libres[1].

Por el contrario, las formas hidroxi de los minerales traza de IntelliBond son en gran medida insolubles a un pH de 4 o superior. El pH del rumen del ganado lechero suele estar entre 6 y 6,5, por lo que los cristales de minerales traza hidroxi son esencialmente insolubles en el rumen. En el abomaso, donde el pH suele ser inferior a 3, los cristales se disocian capa a capa, dando lugar a una liberación gradual y sostenida de iones de minerales traza en el duodeno. Como resultado, la biodisponibilidad de los minerales traza hidroxilados en IntelliBond es alta, pero las concentraciones máximas en el rumen y en otras partes del tracto gastrointestinal permanecen siempre bajas (véase la figura 1).

El impacto negativo de las sales de sulfato en la microflora del rumen reduce su capacidad para digerir la fibra, lo que a la larga resulta en una reducción de la eficiencia alimentaria. Múltiples estudios realizados por diferentes grupos de investigación independientes2,3,4,5,6,7,8,9 han demostrado que la sustitución completa de los minerales traza de sulfato por IntelliBond evitará la presencia de altos niveles de iones metálicos en el rumen. Esto dará lugar a una mejora significativa de la digestibilidad de la fibra (véase la figura 2). Un meta-análisis de todos los estudios realizados con IntelliBond mostró una mejora media de la digestibilidad de la FDN del 1,7%10. Las investigaciones universitarias en vacas lecheras han demostrado que cada punto de diferencia en la digestibilidad de los FDN puede representar entre 0,25 y 0,3 kg adicionales de producción diaria de leche corregida en energía11.

La fermentación óptima en el rumen y la mejora de la digestibilidad de la fibra dan lugar a un aumento de los ácidos grasos volátiles, que son una importante fuente de energía para la vaca lechera. En un ensayo realizado por Guimares et all12, se incluyeron dos grupos de animales. Un grupo fue alimentado con oligoelementos sulfatados y el otro con IntelliBond. La alimentación con IntelliBond en lugar de sulfatos dio lugar a un aumento de la producción de AGV en el rumen del 21%, lo que se tradujo en un aumento de la producción de propionato del 15%.

En un ensayo llevado a cabo por la Universidad de Cornell13, la producción de leche aumentó en las vacas de lactancia temprana alimentadas con IntelliBond en comparación con las alimentadas con sulfatos. (véase la figura 3). El grupo de IntelliBond alcanzó antes el pico de producción y produjo 3,5 litros de leche más en el pico de lactación. La dinámica de la persistencia de la lactancia en las vacas lecheras indica que 1 kg de leche extra en el pico de lactancia equivale a 200 kg de leche extra por lactancia. Un estudio más reciente de Daniel et al8 confirmó que las vacas lecheras alimentadas con IntelliBond tendrán un aumento significativo de la producción de leche.

La eficiencia alimentícia de vacas lecheras es un factor importante para rentabilidad de las explotaciones. La alimentación con minerales traza de IntelliBond mejora la digestibilidad de la fibra en la dieta, lo que permite a las vacas producir más leche con la misma cantidad de alimento. Este efecto de la alimentación con IntelliBond es el resultado de evitar el uso de sulfatos. Por lo tanto, es fundamental intentar sustituir totalmente los sulfatos de la dieta por IntelliBond. Dependiendo del precio de la leche, el coste incremental de pasar a IntelliBond para complementar a una vaca durante todo su ciclo de producción puede recuperarse en un plazo de 3 a 4 semanas, lo que se traduce en un excelente rendimiento de la inversión y una mejora significativa de los ingresos respecto a los costes de alimentación de una explotación lechera.