La salud intestinal del ganado vacuno de cebo es esencial para un crecimiento, una eficiencia alimentaria y una productividad óptimos. Aunque a menudo la atención se centra en el rumen, el intestino posterior desempeña un papel fundamental en los procesos digestivos y la salud general del ganado vacuno. La fermentación en el intestino posterior de un exceso de hidratos de carbono, típica de las dietas de los cebaderos, puede provocar acidosis en el intestino posterior. La acidosis del intestino grueso en el ganado vacuno de carne puede tener un impacto negativo en la microbiota gastrointestinal y en la función de barrera intestinal, dando lugar a un fenómeno denominado «intestino permeable»[1] . Como resultado del intestino permeable, las endotoxinas bacterianas pueden llegar a la circulación sanguínea. Esto provoca una inflamación sistémica y la activación del sistema inmunitario[2] , con un importante coste energético para el animal. La activación inmune sistémica también puede causar una reducción de la ingesta de materia seca[3] , lo que lleva a un impacto negativo adicional en el rendimiento del crecimiento del ganado vacuno.

Los factores de riesgo de acidosis ruminal del ganado vacuno de carne también aumentan el riesgo de acidosis del intestino posterior. Los signos comúnmente asociados con la acidosis ruminal del ganado vacuno, tales como heces blandas y espumosas con restos de mucina, también son comunes en el ganado vacuno de carne con acidosis del intestino posterior[4] .

Las intervenciones nutricionales destinadas a reducir el riesgo de acidosis del intestino posterior en vacas lecheras deben dirigirse al intestino posterior[5] . Los ensayos con Selko LactiBute, que contiene gluconato de calcio protegido en el rumen, han demostrado que mejora la función de barrera intestinal, modifica el perfil de ácidos grasos volátiles en las heces y aumenta la producción de leche de las vacas lecheras[6,7,8,9] .

La reducción de la acidosis del intestino posterior en el ganado vacuno de carne mediante intervenciones nutricionales debe dirigirse al intestino posterior[5] . Los ensayos con Selko LactiBute han demostrado que el gluconato de calcio protegido en el rumen puede mejorar la función de barrera intestinal[6] , y aumentar la eficiencia alimentaria y la ganancia media diaria del ganado vacuno[7,8] . El impacto de la alimentación con Selko LactiBute sobre los niveles de ácidos grasos volátiles en el intestino posterior de los novillos de carne fue investigado en un ensayo llevado a cabo por el Dr. Todd Callaway en la Universidad de Georgia[9] .

Se incluyeron en el ensayo dos grupos de 10 novillos cada uno. La edad de los animales al inicio del ensayo era de unos 13 meses y su peso corporal inicial era de 449 +/- 10 kg. Ambos grupos de novillos recibieron una dieta compuesta por un 75% de maíz laminado, un 10% de gluten de maíz, un 7% de pellets de soja, un 6% de harina de soja y un 0,5% de urea. Tras un periodo de adaptación de 3 días, uno de los 2 grupos fue alimentado con Selko LactiBute a una dosis de 16 gramos/animal/día durante un periodo de 7 días. El otro grupo sirvió de control. En el momento del sacrificio, se tomaron muestras de tejido y digesta del rumen, duodeno, íleon, ciego y colon. Se midieron los niveles de ácidos grasos volátiles y se determinó el microbioma.

Se observó un claro desplazamiento hacia las bacterias productoras de butirato en el ceacum y el colon.

Los perfiles de ácidos grasos volátiles (AGV) se presentan en la Tabla 1. Los perfiles de AGV en rumen, duodeno e íleon no cambiaron, pero la adición de Selko LactiBute a la dieta produjo un aumento de los niveles de acetato y propionato en ceacum, colon y recto. Los niveles de butirato tendieron a ser mayores en el colon (p= 0,10).

Estos resultados indican que el gluconato cálcico protegido en el rumen tiene un efecto prebiótico en el intestino posterior del ganado vacuno y puede utilizarse para manipular la población microbiana con el fin de aumentar la producción de AGV en el intestino posterior del ganado vacuno.