El crecimiento de los terneros es un aspecto crítico de la gestión ganadera, ya que influye en la productividad y rentabilidad de las explotaciones de vacuno de carne. La calidad del calostro, la nutrición en los primeros años de vida y las prácticas de destete tienen un gran impacto en el crecimiento de los terneros en las explotaciones de vacuno de carne.

El cuidado prenatal adecuado de las vacas es crucial para la salud y el éxito de sus terneros. Una vaca gestante debe recibir una nutrición adecuada para apoyar tanto su mantenimiento como el crecimiento del feto. Las vacas con una puntuación de condición corporal de 5,0 - 6,0 (en una escala de 1-9) tienden a tener un mejor rendimiento reproductivo, paren terneros más sanos y con mayor vigor, y tienen una menor incidencia de distocias (véase la Tabla 2). La nutrición de las vacas de carne durante la gestación puede tener un gran impacto en la calidad del ternero. En un ensayo llevado a cabo en la Universidad Estatal de Oregón1, las vacas alimentadas con Selko Vivalto, un suplemento que contiene complejo de vitamina B protegido por el rumen, parieron terneros con un mayor peso corporal al parto (ver Tabla 1).

Las vacas con un BCS de 4,0 o más delgado en el momento del parto tienen un proceso de parto más lento, producen menos calostro y paren terneros menos vigorosos y que se ponen de pie más tarde2. Como resultado, estos terneros tienen niveles más bajos de inmunoglobulina, haciéndolos más vulnerables a los desafíos de las enfermedades en la primera etapa de la crianza. Esto ilustra la importancia de seleccionar vacas maduras para parir en un BCS de al menos 5.0. Las terneras primerizas requieren nutrientes adicionales para apoyar el crecimiento, ya que sólo han alcanzado alrededor del 85% de su peso maduro después del parto. Por lo tanto, el objetivo es un BCS de 6,0 en el parto para las novillas de carne en las operaciones de terneros de vaca.

El calostro del ganado vacuno, la primera leche producida por la madre tras el parto, es rico en nutrientes y anticuerpos. Es esencial para el ternero de carne recién nacido, ya que le proporciona la protección inicial contra los agentes patógenos. El sistema digestivo de la ternera está adaptado de manera única para absorber estos anticuerpos de manera eficiente en las primeras horas de vida, por lo que la ingesta oportuna de calostro es crucial. Los terneros de carne que reciben una cantidad adecuada de calostro demuestran una mayor resistencia a las enfermedades y un mejor crecimiento a lo largo de su vida. Un estudio realizado en vacas de carne3 ha demostrado que es posible aumentar el nivel de anticuerpos en el calostro mediante la alimentación con Selko Fytera Secure durante la gestación. Un estudio realizado en vacas lecheras4 ha demostrado que la alimentación con Selko IntelliBond durante la gestación y el inicio de la lactación aumenta la cantidad de calostro producido (ver Figura 1).

La gestión nutricional de los terneros de carne es un proceso complejo que comienza ya durante la gestación. Las primeras etapas de la vida de un ternero se caracterizan por un rápido crecimiento, que requiere una dieta equilibrada rica en proteínas, energía, minerales y vitaminas. La programación metabólica es un proceso en el que la nutrición durante la gestación y durante las primeras 8-10 semanas de vida puede afectar permanentemente a la composición genética de un ternero de carne, provocando un cambio en el desarrollo de los órganos y en el rendimiento futuro. Esto subraya la importancia de una nutrición adecuada desde el principio. A medida que los terneros crecen, sus necesidades dietéticas evolucionan, necesitando ajustes en la composición de los piensos para optimizar las tasas de crecimiento y los resultados de salud. Suplementar con pienso de iniciación a los terneros de carne en las explotaciones de vacas y terneros (incluso en pastos abiertos) no es tan típico, pero puede influir enormemente en el desarrollo del rumen. Una estructura adecuada del rumen puede mejorar el rendimiento del ganado vacuno en las siguientes fases de crecimiento.

Los signos de una mala nutrición de los terneros pueden manifestarse de varias maneras:

• Tasas de crecimiento reducidas: una nutrición inadecuada a menudo resulta en tasas de crecimiento reducidas. Los terneros pueden no alcanzar los hitos de ganancia de peso esperados, lo que puede tener efectos a largo plazo en su desarrollo y productividad.
• Debilidad y vigor reducido: los terneros que sufren una nutrición inadecuada pueden parecer letárgicos y tener menos energía para estar de pie o mamar, lo que es particularmente evidente en terneros de carne recién nacidos con una ingesta inadecuada de calostro.
• Compromiso del sistema inmunitario: las deficiencias nutricionales de las dietas para terneros de carne pueden comprometer el sistema inmunitario, haciendo que los terneros de carne sean más susceptibles a infecciones y enfermedades, lo que puede perjudicar aún más su crecimiento y su salud.
• Problemas digestivos: una mala gestión del calostro en los terneros de carne y una nutrición deficiente pueden provocar trastornos digestivos, como diarrea o hinchazón, que pueden impedir la absorción de nutrientes y provocar más complicaciones de salud.
• Mal estado del pelaje: el estado del pelaje de un ternero también puede ser un indicador de su estado nutricional. Un pelaje apagado, áspero o irregular puede indicar una deficiencia de nutrientes esenciales.
• Retrasos en el desarrollo: las deficiencias nutricionales pueden causar retrasos en el desarrollo, afectando al desarrollo de huesos y órganos, lo que puede provocar problemas de salud a largo plazo en los terneros de carne.
• Cambios de comportamiento: los cambios de comportamiento, como la disminución de la succión o de la interacción social, pueden ser indicativos de una nutrición deficiente y deben vigilarse de cerca.

El destete de los terneros en las explotaciones de vacuno de carne es un hito importante en su desarrollo, ya que marca la transición de la leche a los alimentos sólidos. El método y el momento del destete de los terneros de carne pueden afectar profundamente a sus niveles de estrés, su salud y su posterior crecimiento. Las investigaciones indican que los métodos de destete poco estresantes para los terneros de carne, como el destete en valla o el uso de dispositivos anti-succión, pueden dar como resultado un mejor aumento de peso y menores indicadores de estrés en comparación con las prácticas de destete brusco. El objetivo es minimizar el estrés asociado al destete de los terneros de carne, para mantener una trayectoria de crecimiento y desarrollo saludables.

Criar el ternero perfecto

En conclusión, el crecimiento del ganado vacuno de carne depende de multitud de factores, entre los que la ingesta de calostro, la nutrición y las prácticas de destete desempeñan un papel fundamental. Asegurándose de que los terneros reciben un calostro de alta calidad, una nutrición equilibrada y son destetados con métodos poco estresantes, los productores pueden sentar las bases para un crecimiento óptimo y el éxito a largo plazo de sus explotaciones de vacuno de carne.